Las multas de tránsito son un medio importante para persuadir y prevenir los accidentes automovilísticos aunque los fines preventivos que deberían perseguir hoy día constituyen medios exclusivamente recaudatorios; se persigue el cobro antes que la toma de conciencia. Y para lograr eso en forma encubierta, el Estado deja de lado algunos de los derechos más importantes del ciudadano: el de tener un proceso justo y defenderse adecuadamente de cualquier acusación. Entonces, nuestro equipo de profesionales se dedica a identificar esas irregularidades y a requerir la nulidad de las multas cuando éstas no respetan los derechos mas básico del ciudadano.

Nuestros descargos son articulados principalmente por la falta de observación de cuestiones de forma que afectan el debido proceso y la defensa en juicio del presunto infractor. Así, multas sin notificar; equipos fotográficos desactualizados y faltos de control; procedimientos policiales y municipales irregulares, y montos excesivos de sanción, son algunos de los supuestos más frecuentes de impugnación. Nuestro equipo, se encarga de identificar estas irregularidades y de hacer valer los derechos irrenunciables del ciudadano.